Esta vez la sección Blog de la semana, nos lleva a descubrir uno de los blogs más divertidos y originales que existen en torno al mundillo del running, estamos hablando de  Blog Maldito de David Jiménez García.

Blog Maldito nos cuenta los aspectos más característicos de las carreras populares con un tono desenfadado y desdramatizado, a veces haciendo un examen exhaustivo, a veces realizando una “guía popular” y otras explicando algunos consejos “exprés” para afrontar con éxito la misión de “disfrutar corriendo” en las carreras en que esta obviedad puede resultar más complicada.

Además de el humor que envuelve la mayoría de sus posts, destacamos de Blog Maldito la claridad y concisión con que están escritas todas las entradas, lo que facilita el gozo y la comprensión de la lectura. Se nota que este chico, aunque se autocataloga de pobre literato, tiene escuela de periodista.

A continuación os dejamos la entrevista con David para conocer más sobre su blog y sobre él mismo.

blog maldito

¿Cómo surgió la idea de escribir tu propio blog?

El blog iba a ser en un principio un contenedor de mis artículos en prensa, o un lugar dónde colgar algunas ilustraciones, o un sitio donde complacer mis idas de olla, o… Vamos, que realmente no tenía ni idea de qué tipo de blog quería tener y por qué quería tenerlo (supongo que como le pasa a mucha gente). Pero sucedió que en el periódico en el que trabaja en aquel momento tenía bastante manga ancha para escribir de cualquier cosa y siempre tenía la espina clavada de que no se la estaba dando bola a un fenómeno que hace un lustro apenas era mentado por los medios generalistas: hablamos, claro, del atletismo popular. Me dio un brote de periodistitis aguda (que al final quedó reducido a una versión cutre del 21 días) y decidí que debía hacer una crónica del debut de un corredor en  un maratón… Y ese corredor debía ser yo.

El artículo funcionó bastante bien (o sea, que a pesar de quedar echo un despojo las manos aún podían hacer la función de aporrear el teclado y contarlo) y a partir de ahí comencé a cubrir diferentes carreras y montar algunos reportajes sobre todo lo que rodea a este deporte.

Aun así, el blog seguía manteniendo la misma función que la de un florero comprado en una feria de artesanía hasta que un día pensé que quizá a alguien (aunque tampoco las tenía todas conmigo) le interesaría encontrar algunos consejos sobre el maratón si también debutaba comentados de tú a tú, sin tecnicismos, elegías vacuas y un plan de consignas sólo asumibles por superhéroes. Correr es más sencillo que empollarse un algoritmo rítmico y la tabla de los suplementos vitamínicos. Y a partir de ahí…

¿Con qué se van a encontrar los que visiten blog maldito?

Parto de una sentencia: correr es importante pero no trascendental. Importante porque significa que te has levantado del sofá, te has puesto un reto y has luchado por él. Pero para mí trascendental es dar el siguiente paso: que eso que has aprendido lo hagas servir para cambiar el mundo (el de dentro y el de fuera). Así que el tono con el que está escrito el blog está fuertemente vinculado a desdramatizar todo lo que rodea a esta afición y a intentar (con sudor y aún resultados discretos) que los que lo lean se sacudan los miedos cuando se calcen sus zapatillas.

¿Sobre el contenido? Pues consejos que procuro que no suenen a órdenes (creo que es básico que metamos la pata de vez en cuando y nos enorgullezcamos de ello), trucos del almendruco, críticas de carreras, momentos de humor donde intento enmascarar así mi pobre literatura y, sobre todo, ganas de disfrutar de este deporte desde una perspectiva en la que nos podamos reír de nuestros logros y fracasos. Me siento más cercano a los perdedores que lo intentan que a los ganadores que baten marcas sólo para elevar su estatus social. Los primeros tienen una historia que contar, los segundos sólo pueden mostrar trofeos.

¿Por qué el título “Blog Maldito”?

Simplemente porque se me dan fatal los títulos. Peor aún era el anterior (del que no daré pistas por la vergüenza ajena que puede provocar). Pero como la gente ya lo conoce así un cambio a estas horas es una forma burda de negar la realidad. Es un drama que pesará sobre mí como esos apodos cabrones que te ponían en el cole y que se extienden por el barrio para el resto de tu vida.

¿Cuál es tu opinión sobre el boom de las carreras populares?

Ufff, es una pregunta que da para una tesis doctoral y un par de reportajes chuscos a plato de lentejas por contertulio contratado. Creo que es una evolución natural: un fenómeno social deja el ostracismo en el momento que se puede convertir en un negocio. La gente ha encontrado en el running una manera fácil de practicar deporte, un modo genial de desconectar de la vida rutinaria y una vía factible para desafiarse a si mismo. Y las carreras populares han sabido cautivar la ambición por conquistar esos retos y un involuntario efecto de reunión social nada desdeñable. Hace tiempo que dejó de ser una moda para convertirse en una realidad que pinta a que se quedará ya instaurada, aunque aún no tengo ni idea de en qué forma y volumen. Teníamos el binomio perfecto: clima y lugares donde correr, sólo faltaba motivación y que uno se atreviese a dar el paso para que el resto le siguiese. Y mira dónde hemos acabado.

Si hablamos del negocio que se ha creado a su alrededor, creo que hay una burbuja que tarde o temprano acabará por estallar. El primer aviso ha sido el descenso de participantes en la Marató de Barcelona; el efecto alienante de las carreras populares se dará de bruces con la crisis económica, una competencia desaforada y un público cada día más exigente; sólo quien sepa adaptarse a ese escenario podrá capearlo con cierta soltura. Pero, bueno, hablar sobre este tema da para largo y tendido (precios, servicios, intereses, psicodependencia…), y no hay suficientes cervezas delante para que suelte la lengua.

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En el blog hablas mucho sobre las carreras y muy poco sobre ti mismo. ¿Qué tipo de corredor eres?

No hablo de mí porque realmente no hay mucho que contar, al fin y al cabo ya lo explique todo en ese artículo sobre la Marató. Además, se me da bastante mal hablar de mi libro. De todas formas en cada post que publico se percibe que hay un poco de mí (la torpeza se huele a distancia). Me considero un corredor normalucho que no aprende a base de sacrificios sino de tortazos. Y ya en ese trascendental momento en que los saltos adelante cada vez son más cortos y mayor el sufrimiento para que se produzcan, así que he comenzado a abrazar la excusa barata de que el mayor placer está en llegar más lejos, no en llegar antes (un secreto: es cierto).

¿Has pensado en escribir, además de atletismo,  sobre otros deportes como BTT, triatlón…?

Supongo que lo haría si los practicase (el triatlón es una mina de anécdotas), pero como aún no tengo bici de BTT (y eso que me tira mucho) y soy un auténtico tronco nadando me parece que lo dejaremos estar por ahora en algo más fácil como es el arte de atarse las bambas. Encargándome del cierre de un periódico me especialicé en saber de todo y desgraciadamente no interiorizar nada, así que esta vez mejor me quedo aprendiendo las aún muchas lecciones que me faltan sobre el atletismo popular. Y hay otro motivo por la que no me tiran tanto esas actividades, para mi correr no está tan vinculado al deporte como a una necesidad de armonía que tiene que ver con la inmediatez, la aventura y la soledad. Salgo de noche/madrugada para evadirme un poco del día y procuro hacerlo habiendo tirado por la borda toda la carga innecesaria.

¿Una carrera?

Tengo un especial cariño por el maratón, tengo la cualidad de que sé hundirme con cierta gracia (o sea, que las pájaras me martirizan lo indecible, me descuajeringan el cuerpo y me hacen maldecir mi mala cabeza, pero aun así no me doblegan). Me encanta el sacrificio de los meses previos, el pánico del día anterior, la incógnita en la salida, el engreimiento de la primera mitad, el batacazo persistente en el ‘muro’, la épica de los últimos kilómetros, el momento de vacío tras cruzar la meta y, sobre todo, la sonrisa boba que se te queda permanente toda la semana siguiente.

Pero si hablamos de pruebas concretas, estas suelen estar relacionadas con el contexto y el momento en que se corren: el año pasado disfruté y sufrí como nunca en la Punk Trail Fonollosa, simplemente porque me equivoqué de itinerario y al final hice el doble de kilómetros; allí me di cuenta que esos dos términos (sufrimiento y diversión) son una pareja tóxica bien avenida. Tengo un grato recuerdo de mi primera Mercè porque es donde por una vez me sentí rápido (que no significa que lo fuera) y todavía era consciente que correr con bermudas y bambas de calle no era ningún impedimento para ello. Y en un Cross de Sants me di cuenta que casi me lo paso mejor ayudando a otros a conseguir su objetivo, ya sea haciendo de liebre o animando, que corriendo a tope.

¿Un blog deportivo que sigas y que consideres imprescindible?

Del mismo modo que digo que no tengo ni el talento ni la gracia de saber hablar de mi libro sí que hay mucha gente que lo hace de forma encomiable. Hay uno por el que tengo predilección y que conocí hace relativamente poco, Sosaku Runner, que tiene la virtud de saber tomar una referencia totalmente peregrina (una canción de rock, un dato antropológico, hasta un concurso de culturismo) e hilarla de tal manera que acabas aprendiendo una lección vital para tu desarrollo como corredor popular. Y existen otros que se dedican a hablar de su libro desde la honestidad y la falta de complejos (te podría citar decenas: Último cajón, Abuelo Runner, Running minimolista… Hay un buen listado en mi blog). Al igual que de pequeños cada día era una montaña rusa de vivencias, salir a correr es una aventura en el que la adrenalina juega un papel clave: hay unas ganas irresistibles de contarlo. Por eso recomiendo a todo el que le dé por salir a patear la calle que recicle la verborrea en una bitácora. Por su salud… y de quienes le rodean.

Si hablamos de medios por los que me voy informando no hay secretos: Runners, Foroatletismo, Bolsa del corredor, Run Fitners, Planeta Running, Corredors, Running.es… y 3.000 más. Estamos bastante bien servidos, tanto que a veces resulta difícil separar el grano de la paja.

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Muchas gracias por tu tiempo David, estaremos atentos a tu blog para seguir aprendiendo y disfrutando con tus escritos.

No olvidéis visitar su blog: http://blogmaldito.com/ y su twitter @dabitjg.

Y también podéis ver su perfil en nuestra web http://www.finixer.com/u/davidjimenezgarcia.